Silvia Herrera, destacada figura de la poesía uruguaya del siglo XX, ocupa un lugar relevante en el libro Antología de la Poesía Uruguaya Contemporánea, compilado por Domingo Luis Bordoli. Con una sensibilidad lírica única, Herrera es reconocida por su habilidad para captar las sutilezas de la naturaleza y la profundidad de las emociones humanas. En esta antología se incluyen poemas emblemáticos como "El Césped", "Mariposas" y fragmentos de La Noche Breve, los cuales reflejan un estilo delicado y evocador, capaz de explorar temas universales desde una perspectiva profundamente íntima y uruguaya.
En el marco del análisis crítico, autores como Emir Rodríguez Monegal han puesto de relieve tanto las fortalezas como las limitaciones de la obra de Herrera. Entre sus méritos destacan una "imaginación rica aunque irregular" y una "condición visionaria", cualidades que la diferencian de otros poetas de su generación. No obstante, también se ha señalado la falta de un criterio selectivo en su producción, un aspecto que, según los críticos, dificulta que su auténtico valor sea plenamente reconocido. Este contraste entre su creatividad y la necesidad de depuración plantea un desafío para el legado literario de Herrera.