El criterio utilizado es el de investigador. El investigador y el coleccionista tienen en común la atención al detalle, sin que el primero caiga en fetichismo. Un pequeño detalle nos puede develar formas y agregar datos sobre el autor en esta búsqueda de reconstrucción.
Las esculturas, pinturas, cartas y tarjetas (o simples saludos) nos revelan: nombres, modos de vínculos, preocupaciones e ideas; dibujando rasgos íntimos de Ramón Lanzieri.