Juan E. Pivel Devoto nació en Paysandú en 1910 y murió en Montevideo, en 1997. Fue historiador, militante político, docente e investigador.
Desde su adolescencia, y a causa de sus ideas y sentimientos, fue miembro activo del Partido Nacional. En 1930 comenzó su carrera como docente en el Instituto Magisterial "Gabriela Mistral" dictando el curso "Historia y Constitución" de 4to. Año; su labor como docente tiene un prolífico recorrido que lo lleva desde el Instituto de Profesores de “Artigas”, la Escuela Militar y el Liceo Francés, hasta la Universidad de La Plata en Argentina. En 1931 se le propuso trabajar en el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay (IHGU) ocupando el rol de Prosecretario, y también en el Archivo General de la Nación.
Pivel desarrolla, entre 1926 y 1940, una ardua práctica histórica a través de la investigación y la docencia, a la cual también aporta desde sus cargos de gestión y administración. Finalmente, durante las décadas de 1940 y 1950 publicó diversos trabajos y libros que posteriormente constituirían como aportes claves para la historiografía uruguaya moderna, entre ellos Historia de los Partidos Políticos en Uruguay (1942-1943, dos volúmenes), quizás su obra más apreciada. En Historia de la República Oriental del Uruguay, 1830-1930 (1945, libro que comparte en coautoría con su esposa) desarrolla una reconstrucción de la evolución del país; más tarde en 1952 publica Raíces coloniales de la Revolución Oriental del Uruguay donde analiza las causas de la revolución y los orígenes de la nacionalidad. Desde junio de 1950 a febrero de 1951 publica en una larga serie de artículos en el semanario MARCHA los primeros pantallazos de lo que luego tomaría la forma completa y definitiva de De la leyenda negra al culto artiguista, el centésimo septuagésimo primer volumen de la Biblioteca Artigas, Colección de Clásicos Uruguayos, donde se fundamenta historiográficamente la veneración nacional por Artigas, lejos de una idolatría patriotera y más ligada al fruto de los múltiples esfuerzos que nuestros antepasados hicieron entre 1850 y 1920.
Desde 1940 hasta 1982 desempeñó funciones administrativas en la Dirección del Museo Histórico Nacional, impulsó la formación de la Biblioteca Americanista del Museo, fue presidente del SODRE (1959-1963), y asiduo colaborador de MARCHA. A su vez, trabajó persistentemente durante años en la recolección y recuperación de archivos judiciales e históricos para el Archivo General de la Nación. Con el retorno de la democracia, en 1985, fue nombrado Presidente del CODICEN, cargo que ocupó hasta 1990.
Pivel Devoto sostuvo que el entendimiento de la cambiante historia de los países jóvenes con orígenes anárquicos (como lo son los pueblos latinoamericanos) se encuentra en el análisis despolitizado de los documentos y archivos del antaño, así como en la incorporación cautelosa de otros aspectos históricos (la historia urbana, la rural, la cuantitativa, la del feminismo, la de los movimientos obreros y del sindicalismo, entre otros).
Pivel siempre fue reconocido como un autodidacta, y aunque resulta innegable su relación con autores de tradición nacionalista, es evidente que los superó en términos heurísticos. Él fue sin duda la personificación del concepto de productividad hasta su fallecimiento. Sufría artritis reumatoidea, enfermedad que lo torturaba, pero inclusive en sus momentos de mayor dolor e internación domiciliaria, trabajaba arduamente desde su casa; a fines de 1995 comienza un proceso de declive que culminó con su fallecimiento a los 86 años un 11 de febrero de 1997.