La Escuela y el Maestro, entidades concretas por cuyo medio se opera la difusión cultural de la niñez, constituirán el objeto fundamental de nuestra labor periodística. Satisfaremos así, a la vez que íntimos anhelos personales, los propósitos de acción del Centro Nacional de Maestros, que nos ha discernido el. alto honor de representarlo en la dirección de su órgano oficial.

Al poner su órgano oficial bajo la égida de este nombre glorioso, nuestro Centro rinde un justiciero tributo a la personalidad de Rodó, no únicamente considerada en su perfil de vigorosa intelectualidad, sino, también, en el más profundo de su orientación ideológica. El evangelio de perfeccionamiento, el culto de la voluntad teniendo como norte las idealidades superiores — predicados por el Maestro a la juventud del Continente—se predican también en las aulas escolares. El nombre de Rodó, pues —como título de nuestra revista — es, a la vez que un homenaje, símbolo de la elevada misión del educador.