Señor mío:
Me propongo salir a luz dentro de breves días en forma de modesto semanario de diez y seis páginas en buen papel y con impresión muy clara. Como a causa de las pequeñas dimensiones de mi cerebro no puedo hacer un gasto muy considerable de fósforo, me veo en la forzosa necesidad de solicitar ayuda de todos aquellos que, como Vd., lo poseen en cantidad tal que dejan muy atrás las fábricas reunidas de Villemur y de Dupuy.
Me permito, pues, contar con su concurso, debiendo significarle solamente que aunque Vd. no se dignará prestármelo voluntariamente yo me lo tomaría por serme de todo punto necesario.
Créame su más rendida y adicta servidora.
LA AVISPA.