Aquí está ahora esta Revista, cuya aparición saludamos al terminar estos breves renglones y desde la primera página de su número inicial, como el arribo de una realidad esperada y ahincadamente perseguida, desde la lejana hora en que trazamos las primeras líneas reglamentando las funciones del viejo Servicio de Sanidad y Criminología, desde el cual nos propusimos echar las incipientes bases científicas de nuestro sistema penal y nuestra organización penitenciaria.