A la prensa y al público
Con el sombrero en la mano
y la cabeza inclinada
que es la fórmula adoptada
en todo el orbe cristiano,
hago mi salutación
á la prensa, en general,
(sea tal ó sea cual
su matiz y su opinión),
y á todos los moradores
del Uruguay, que esto lean,
(incluyendo á los que sean
y no sean suscritores).
En vuestras manos entrego
mi suerte, con toda fé,
pues no se me oculta que
en los instantes que llego,
á no mediar vuestro apoyo,
esta audaz empresa mia
en poco o tiempo sería
un cadáver más al hoyo
¿Me ayudarán? Así lo creo;
y en pago de ese favor,
les deseo… lo mejor
que yó para mi deseo
es, decir, dinero y salud, ó por lo menos dinero, si no fuesen posibles las dos cosas.
Porque ¡no hay que darle vueltas! El dinero es la vida y lo demás una soncera.