CINE-ACTUALIDAD nace con propósitos distintos de las muchas publicaciones que la han precedido, y quizá por ello sobreviva. Ya esto es decir algo. No se edita para solucionar con el “No. 1” que queda, único, solo, en la colección trunca, algún apuro económico de un seudo-publicista audaz: no aspira a conquistar luego de aparecida, con la “reclame” complaciente o el sueltito adulador, el apoyo de los cinematografistas uruguayos, como tantas antecesoras más o menos ilusas.
Es más: rechaza de plano ese apoyo. Empresa de orden puramente lírico, aparecerá cuando pueda, con avisos totalmente ajenos al gremio, si es que hubiera de solicitarlos o comprometer por ellos la imparcialidad de su opinión: y siempre con dineros de sus editores y fundadores. Por eso sale tan modesta y pobrecita de ropajes. No será una revista de relumbrón sino una hoja valientemente escrita para un público consciente, si bien posiblemente desorientado por montones de gacetillas oficiosas en un medio donde todo, o casi todo lo que se publica sobre cine está comprado y regido por comerciantes; donde apenas se alza, sin apoyo ni ecos, alguna voz aislada y donde prima la confusión y el caos. En las escasas páginas de orientación para el público que permite nuestra prensa, hemos visto no hace mucho, errores tan ridículos como ése de tomarse en serio “La novia de Frankenstein” y condenarla en su aspecto moral cuando, precisamente, la forma que tiene la película de poner en solfa a sus antecesoras resulta más que edificante para un probable público de débiles mentales que no supieran discernir qué son “majaderías” y qué ingeniosa chanza... Han terminado los espectadores de nuestros cines por no saber qué ir a ver, y cuando hay una película por encima del nivel corriente, cómo verla.
A aclarar un poco esa confusión, provocada con escasos escrúpulos por los mismos interesados, tenderán estas columnas de pura crítica y comentario, sin banales mentiras fabricadas en la redacción sobre la vida privada de las “estrellas” ni “poses” de éstas en ropas menores.
Agradecimiento Al Grupo de Estudios Audiovisuales (GESTA) y al Centro de Documentación Cinematográfica de Cinemateca Uruguaya, que posibilitaron la digitalización de la revista. A Eduardo Correa por asesorar al equipo de GESTA en la descripción de metadatos.