Una cosa evidente acontece en el mundo literario del Río de la Plata; al prodigio del engrandecimiento material, no ha correspondido en el mismo grado la superiorización intelectual del pueblo.

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El culto á las letras no merece á nuestros contemporáneos el mismo respeto que á nuestros mayores, Quizá debido á las corrientes migratorias; demasiado exóticas, quizá debido al sibaritismo de una vida fácil de aliarse á la fortuna, que acaba por conquistar las energías mejor templadas, lo cierto es que la presente generación contando con tan fuertes personalidades en el orden literario, no tiene el prestigio ni la influencia social, de aquellos memorables cenáculos que durante todo el medio siglo pasado infundieron un soplo de sana idealidad y un resplandor de belleza á la constitución definitiva de nuestras sociedades.