Están unidas a su propio reflejo con un hilo de plata como las. estrellas en el mar . , ,
Y estrellas son, a su vez, porque vierten luz perennemente, sobre el asombro unánime, lo mismo que las otras.
Resplandecen sin pausas, en su cielo, igual que las de cielo de verdad.
Ellas y ellos, prodigios de hermosura. puestos como para llevar a cabo insólito torneo, frente a prodigios de bizarría, vierten su luz para todos, desde, ese nuevo cielo del mundo. El de Hollywood, cumbre anhelada por todos los peregrinos del arte. Maravillas de veras. Maravilla inaudita. Maravilla siempre . . .
Nuestra revista, será un reflejo de reflejos. La luna donde vendrán a concretarse otra vez en figuras de excepción, esos remolinos de luz. calientes de colores, que parten de Cinelandia para todos los rincones del planeta.
‘MARAVILLAS“ estará hecha, pues, a base de maravillas, Todas las de Hollywood quedan citadas en sus páginas y ninguna ha de faltar, ni por voluntad de ellas ni por olvido nuestro, a la galante convocatoria.